La disminución de las poblaciones de conejos silvestres, la destrucción del hábitat, la mortalidad no natural y la endogamia llevaron al lince ibérico al borde de la extinción en 2002, quedando solo dos núcleos aislados con menos de 50 individuos adultos.
Desde 2002, tres proyectos LIFE consecutivos apoyaron la recuperación de esta especie, logrando la consolidación de los núcleos remanentes entre 2002 y 2010. Entre 2011 y 2018 se recuperaron dos núcleos antiguos mediante reintroducciones, se consolidaron y conectaron plenamente los núcleos remanentes de Andújar-Cardeña. Por último, en 2014 se crearon, fuera de Andalucía, cuatro núcleos que aún no están consolidados ni conectados.
Más de 250.000 hectáreas de terrenos públicos y privados, cuyos propietarios y gestores se comprometieron con la conservación del lince ibérico, han sido sometidas a acciones de mejora del hábitat y refuerzo de poblaciones de conejo silvestre. La consecuencia ha sido una disminución significativa de las tasas de mortalidad no natural, gracias a la implementación de medidas de prevención de atropellos y acciones de comunicación dirigidas a informar a cazadores, propietarios de fincas y pobladores locales.
Sin embargo, a pesar de los trabajos de recuperación del lince ibérico realizados en los últimos 17 años, la viabilidad de esta especie aún sigue viéndose amenazada, debido principalmente a factores demográficos y factores genéticos.
En este contexto, se desarrolla el cuarto proyecto LIFE, denominado LYNXCONNECT. Este nuevo proyecto complementará los planes de conservación anteriores financiados por las autoridades ambientales nacionales y regionales, y desarrollará e implementará un total de 33 nuevas acciones estratégicas de conservación centradas principalmente en consolidar y conectar núcleos incipientes para asegurar la viabilidad demográfica y genética a largo plazo, además de garantizar una coordinación transnacional eficiente.