Cuando los miembros del equipo de seguimiento del lince ibérico de Doñana bautizaron a “Mundo”, no eran conscientes de lo acertada que fue la elección del nombre.
“Mundo”, al igual que todos los linces cuyo nombre empieza por la letra m nació en 2015. Sus padres fueron “Focha” y “Esencia”, dos clásicos en el mundo lincero del sevillano municipio de la Puebla del Río, donde nuestro protagonista vino al …mundo.
Ese año, siguiendo las recomendaciones de los asesores científicos del Programa de Conservación del Lince Ibérico, era necesario incorporar un cachorro nacido en Doñana al Pograma Ex-Situ, y la camada de “Focha”, constituída por tres machos, fue la seleccionada por su interés genético particular. De modo que en otoño de 2015, “Madagascar” fue extraído y trasladado a un centro cría, donde se incorporaría al grupo de animales reproductores que vienen proporcionando indivíduos seleccionados genéticamente a la carta.
El tercer hermano de la camada, “Medusa”, se quedó por la zona, y por allí sigue, apostando por encontar un hueco en la subpoblación de Doñana-Aljarafe.
Pero “Mundo” nació con genes viajeros, y en la primavera-verano de 2016 abandonó el territorio materno para buscarse la vida. Su primera parada conocida fue en en La Palma del Condado (Huelva) donde vivió desde julio hasta noviembre de 2016. Allí conoció a “Lobezna”, hembra con la que parecía que se emparejaba, hasta que esta fue mortalmente atropellada en la autovía Sevilla-Huelva.
Despues de estas últimas noticias, “Mundo” deja de detectarse hasta el día 6 de abril de 2017, cuando se registra en una cámara de foto-trampeo situada a orillas del Guadiana en el Baixo Alentejo portugués, en la nueva subpoblación de reintroducción, a más de 120 km en línea recta de su lugar de nacimiento. Allí se establecería como macho territorial, llegando a reproducirse.
Pero su historia no acaba aquí; el equipo de seguimiento de Vale do Guadiana detecta a “Mundo” por última vez en enero de 2020, y vuelve a perderse su pista hasta agosto de 2021, donde nuévamente vuelve a fotografiarse en una cámara de foto-trampeo, pero esta vez en Ciudad Real, en otra subpoblación diferente.
Lo de “Mundo” no es sólo una historia divertida. El seguimiento acumulado de los linces de Doñana desde hace más de 20 años sugiere que la mayoría de los animales nacidos en esta subpoblación, permanecen en la misma, realizando movimientos dispersivos por el interior o en su periferia inmediata en busca de un hueco donde instalarse, sin salir al exterior, donde no hay presencia de la especie porque la calidad del hábitat no lo permite. Esto tiene bastante sentido, pero afortunádamente, cada cierto tiempo nacen animales como “Mundo”, indivíduos especialmente viajeros, capaces de saltar las zonas que no son óptimas y encontrar otros lugares adecuados más alejados; linces con un papel fundamental para la supervivencia de la especie: son los animales encargados de conectar genéticamente las distintas poblaciones, lo cual es fundamental para la supervivencia de pequeños núcleos más o menos aislados y para el flujo genético general entre subpoblaciones, evitando así la pérdida de variabilidad genética que mantuvo ailsados y endogámicos, por ejemplo, a los animales de Doñana durante décadas. El conocimiento preciso de los recorridos de estos animales puede facilitar la detección de nuevas zonas de interés para la especie; especialmente áreas intermedias entre subpoblaciones (stepping stones), donde la presencia de algunos indivíduos reduciría la distancia en los viajes dispersivos entre los distintos núcleos de población, favoreciendo y aumentando la conectividad entre los mismos, objetivo principal del Proyecto Life Lynx Connect.
Ojalá podamos seguir conociendo más sobre la historia de “Mundo”, y que otros muchos Mundos sigan ayudando a crecer y a mantener la máxima variabilidad genética en una futura gran meta-población de linces ibéricos, cada vez más autosuficiente; ya vamos por buen camino.